No es necesario que volvamos a ver los estantes vacíos en los supermercados para saber que algo está cambiando en la cadena de suministro del gran consumo. El impacto de la pandemia impulsó el e-commerce y consolidó un nuevo modelo de compra omnicanal que exige la disponibilidad de los productos en múltiples canales de distribución.
Este reto esconde, en realidad, algo mucho más profundo. Asistimos al nacimiento de un nuevo perfil de comprador, con otros hábitos e intereses, que está reformulando el consumo y que demanda la adaptación inmediata de fabricantes, retailers y operadores logísticos para adecuar la cadena de suministro a un cambio generacional en el mercado de gran consumo.
¿Qué cambios se impondrán en el gran consumo?
Un informe de PwC enumera cinco de las grandes tendencias que reformularán las tiendas tal y como las conocemos actualmente y que implicarán cambios en el consumo:
- Plena información al cliente.: Los consumidores dispondrán cada vez de más herramientas tecnológicas para acceder a una información mucho más exhaustiva sobre los productos y conocer, por ejemplo, el número de existencias de un determinado establecimiento.
- Oferta personalizada a cada cliente.: En el momento en el que un cliente entre en un supermercado o una tienda de ropa, recibirá notificaciones de ofertas ajustadas a sus hábitos de compra para influir en su comportamiento.
- Nuevas formas de pago: Los servicios de pagos biométricos, como el reconocimiento facial, acabarán imponiéndose en los establecimientos para agilizar al máximo el pago.
- Más valor añadido en la venta.: Los clientes que decidan acudir físicamente a los establecimientos lo harán en busca de experiencias distintas a las que proporciona el e-commerce, por lo que los comercios minoristas deberán ofrecer un valor añadido en sus operaciones.
- Robots en las tiendas.: La automatización impactará de lleno en nuestro modelo de consumo y los robots se integrarán cada vez más en los establecimientos para controlar el inventario, ayudarnos a seleccionar la compra o para entregarla en el domicilio.
¿Cómo responderá la logística de consumo a esta transformación?
Distintos estudios desarrollados por consultoras internacionales, como McKinsey o Deloitte, coinciden en señalar que este nuevo modelo de consumo implicará un salto tecnológico en la cadena de suministro, en el que están inmersos fabricantes, comercios y, por supuesto, operadores logísticos. Estos son cinco de los principales desafíos a los que tendrá que dar respuesta la logística de consumo en el futuro:
- Monitorización integral.: La venta en distintos canales supondrá una mayor complejidad en el control del inventario, por lo que será clave una gestión más eficiente, con un conocimiento preciso de la ubicación, el estado del inventario y el movimiento de las existencias, así como una visión precisa de la demanda de los clientes.
- Una cadena de suministro autónoma.: La operativa logística estará conectada con el resto de departamentos de la empresa fabricante o distribuidora, con mejor información y mayor volumen de datos, para que la cadena de suministro pueda operar de forma más autónoma y más flexible, tomando decisiones "inteligentes" relacionadas con el aprovisionamiento, la producción, el almacenamiento y la logística.
- Conocer la demanda de los clientes.: El consumidor pasará a estar en el centro y la cadena de suministro focalizará en él su estrategia. La tecnología permitirá detectar y vincular la oferta y la demanda, recopilar datos sobre los consumidores y utilizar esta información para mejorar la operativa logística.
- Más transparencia a lo largo de toda la cadena.: La digitalización tecnológica proporcionará una transparencia total de la cadena de suministro, lo que permitirá actuar con mayor conocimiento en ámbitos como la responsabilidad corporativa y sostenibilidad, ya que las empresas dispondrán de un seguimiento total de la cadena de custodia de un producto.
- Automatización de procesos.: Las empresas incrementarán su apuesta por automatizar sus procesos de almacenaje y preparación de pedidos para responder al creciente volumen de compras omnicanal y a un consumidor más exigente para el que los plazos de entrega resultan cada vez más decisivos.
La cooperación de todos los actores, clave para la logística de consumo
Grupo Rhenus se ha convertido en uno de los principales proveedores logísticos del mercado de gran consumo y es el partner de fabricantes y minoristas de sectores como alimentación, cosmética, droguería o moda, entre muchos otros.
Esta experiencia le ha permitido acumular una gran especialización en las necesidades de una industria “que exige unas características de logística y transporte muy definidas, con unos volúmenes fluctuantes y que requieren una dinámica de procesos flexible e ininterrumpida”, como señala Andreu Gutiérrez, Country Sales Director Road de Rhenus Logistics en España.
En su opinión, “el gran reto pendiente para el sector de gran consumo es tecnológico y desde Rhenus estamos apostando decididamente por la adopción de nuevas herramientas para ser referentes en innovación logística para este mercado”.
Andreu Gutiérrez destaca un segundo factor que considera decisivo para garantizar el éxito de la cadena de suministro de este mercado: la cooperación entre fabricantes, minoristas y operadores logísticos. “Asistimos a una era de cambios transversales a todo el modelo de consumo, que están redefiniendo tanto la estructura de las tiendas físicas como el modelo de fabricación o las necesidades de stock, por lo que es imprescindible el trabajo conjunto con todos los eslabones para garantizar una transformación plena, que responda de forma integral a las nuevas exigencias del consumidor”, concluye el directivo de Rhenus Logistics en España.